Mensaje del XX Capítulo General
Al
concluir el XX Capítulo General, con renovado fervor, damos infinitos gracias a
Dios por las bendiciones recibidas, que han de transformarse en frutos maduros
de sabiduría para continuar llevando adelante la misión confiada: la
glorificación de Jesús en el Sacramento de la Eucaristía (Const. 3), inspiradas
en el lema que animó el acontecer del Capítulo General:
Un
Capítulo General es un acontecimiento eclesial, un kairós de Dios en la
historia de salvación, en la cual se derrama con abundancia de dones y frutos
el Espíritu Santo, que permiten actualizar el carisma congregacional al
servicio de la Iglesia y del pueblo de Dios.
Queremos
agradecerles a todos los que con su apoyo y oración han hecho posible la
realización de este Capítulo General facilitando la apertura a la acción de
Dios en nuestros trabajos, en un clima de alegría y fraternidad.
Gracias
a los Obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos de las diferentes
Congregaciones, por su cercanía fraternal, su oración y palabras de aliento
durante nuestro Capítulo General.
Gracias
a todas las Hermanas por sus sacrificios y constante oración ante Jesús
Sacramentado, por los aportes a través de las sugerencias escritas, los audios
relacionados con los sueños y anhelos que todas tenemos para la Congregación y
los videos sobre el funcionamiento de la pastoral en nuestras Comunidades, que
evidencian nuestros esfuerzos por la glorificación de la Divina Eucaristía y la
extensión de su Reino. Es muy esperanzador constatar, en medio de tantas
dificultades actuales, las numerosas acciones pastorales que nuestra
Congregación realiza a favor de niños, jóvenes, adultos y personas necesitadas,
por medio de los grupos apostólicos congregacionales, obras de misericordia,
centros eucarístico-educativos, vicaría, casas hogar y otras presencias en
medio de los más necesitados, repartiendo el pan de la Palabra, la Eucaristía,
el conocimiento y el alimento corporal como medio eficaz para el desarrollo
integral de una sociedad más justa, humana y equitativa en el reparto de los
bienes materiales y trascendentes.
Gracias
a todos nuestros laicos, personal asociado a nuestras obras, familiares y demás
amigos que nos acompañan también con su cercanía y ayuda concreta a las
comunidades y de manera especial durante los días del Capítulo.
Desde
nuestra misión de mujeres creyentes y consagradas, los invitamos a que
trabajemos juntos para vivir desde la fuerza de la Eucaristía y la oración, una
espiritualidad encarnada en las realidades que sufren nuestros pueblos, siendo
dóciles y abiertos a la acción del Espíritu Santo, contando con la protección
maternal de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento. Ella nos ayuda a no tener
dudas y llevar con esperanza y serenidad las preocupaciones y dificultades de
cada día, porque Ella intercede siempre por nosotros ante su Divino Hijo y nos
acompañará durante el próximo sexenio 2019-2025 a continuar traduciendo en la
vida la orden de Jesús: “Denles ustedes de comer”.
“DENLES”,
es un mandato divino que nos impulsa a ofrecer todo lo que Él mismo nos ha
dado: nuestra vida, carisma eucarístico, obras, presencias, vida fraterna… en
una actitud de esperanza, confianza, comunión, cercanía y apertura a la acción
del Espíritu Santo, que se concretiza en el “USTEDES”, es decir, en cada uno de
nosotros, como expresión de la comunión que nos convoca al trabajo como
comunidad de seguidores de Jesús para las grandes tareas y misión en la
Iglesia, en un contexto socio político ante el cual no podemos permanecer
indiferentes, al escuchar el clamor de tantos hermanos que carecen de los
bienes más elementales para llevar una vida digna. “DE COMER”, nos compromete a
compartir el pan de la Palabra y de la Eucaristía, junto al pan material en sus
diversas expresiones y manifestaciones, para responder a la súplica de los
pueblos de hoy tan hambrientos de Dios, justicia, paz y amor.
Por
ello el XX Capítulo General acordó lo siguiente:
1. Permanecer junto al pueblo sufriente entregando con el pan material, el Pan
Eucarístico que sostiene y revitaliza.
2. Ante la severa crisis humanitaria y
migratoria de nuestros países, las comunidades que ya entregan alimentos a los
más necesitados o preparan “ollas solidarias”, los animamos a continuar estas
obras. Las comunidades que se puedan incorporar en esta actividad u otras que
expresen caridad y solidaridad, háganlo con generosidad y alegría sabiendo que
Jesús es quien multiplica nuestros pocos panes y peces para saciar a la
multitud.
3. Propiciar espacios para dar el alimento
espiritual a las personas necesitadas y a todo el personal de las obras: dar
catequesis, talleres para aprender a adorar al Santísimo Sacramento,
profundizar la Palabra, rezar el santo rosario y hacer horas de adoración
guiadas. A fin de mantener en nuestro pueblo la esperanza, la confianza y el
deseo de continuar trabajando con fe por una vida digna y justa.
Queridos
hermanas y hermanos, esta experiencia del XX Capítulo General, bajo el lema
“Denles ustedes de Comer” y en compañía de la Virgen María nos anima a
continuar brindando, con renovada esperanza, el amor que recibimos de Jesús presente
en la Divina Eucaristía. Una vez más, gracias a todos por ser parte de esta
experiencia eclesial vivida en nuestra Congregación.
Firman,
Las
Capitulares, Siervas del Santísimo Sacramento.